Red Ant Noodle Bar

De los creadores del local Mosquito, aquí os dejamos con su hermano pequeño Red Ant. Un viaje que te llevará por diferentes gastronomías asiáticas, desde un curry tailandés, pasando por un bibimbap coreano y acabando con un mochi japonés. Todo un festival para vuestros paladares!

Restaurante: Red Ant Noodle Bar
Dirección: C/Tiradors, 5 | El Born | Barcelona
Cocina: Asiática
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Horario: Miércoles a Lunes de 13:00-01:00 / Martes de 19:30-01:00
Tlf: 93 501 68 60
Reserva: Sí (solo cenas)

Calificación
Comida: Muy buena
Calidad | Precio: Muy buena
Servicio: Bueno
Ambiente: Muy bueno
Coste: €

COMIDA
Fuimos un domingo al mediodía ya que suele haber menos gente y podemos comer con más tranquilidad. La carta ofrece diferentes tipos de platos asiáticos, entre ellos: platos tailandeses, vietnamitas, chinos, coreanos y japoneses. Leímos que la especialidad del local eran los noodles, y estaba claro que no podíamos ir sin hincarles el diente.

Para empezar a abrir boca, decidimos coger otro de los platos característicos de este bar, los panecillos. Vimos tres tipos, entre la pizarra y la carta, el panecillo de panceta, el de tofu y el de pato. Todos ellos rellenos de pepino, cebolleta y una salsa especial. El de pato fue el elegido. ¿Y qué decir de él? … Simplemente perfecto! Una buena proporción de pato tierno que no se vio enmascarado por los otros ingredientes. Un entrante digno de ser recordado!

Panecillos de pato

¡Y ahora, al ataque con los noodles!

Empezamos con dos boles de ramen, uno con panceta y otro con pollo frito. La pasta es artesanal y elaborada día a día con harina orgánica. La dedicación que esto implica siempre es de agradecer.

Los ingredientes que acompañaban los dos ramen eran los siguientes: obviamente los noodles, huevo, soja, jengibre, nori (alga) y cebolleta. Además de una base de caldo de pollo que hacía de este plato una auténtica maravilla!
De los dos, destacaríamos el de pollo frito. Al haberse marinado previamente, tenia un sabor más potente que el otro. Estos son los que nos gustan a nosotros! Aunque al de panceta no le hacemos ningún feo, porque la carne estaba tiernísima y muy buena.

Ramen con panceta y ramen con pollo frito

Ramen con pollo frito

Ramen con panceta

El plato para compartir lo dejamos para el final. Un estupendísimo curry verde con pollo y bok choi junto con un bol de arroz. Nos sorprendió bastante, realmente no esperábamos encontrarnos con un curry tan potente y delicioso como se puede apreciar en la foto.
Llegó un punto en el que nos vimos peleando por tener el bol entre las manos y poder comer un poquito más… Con la comida no se juega!

Curry verde

Rematamos con un mochi de mousse de yogurt, café vietnamita y té de ginseng coreano. Para quien no lo sepa, el mochi está elaborado con pasta de arroz relleno, en este caso, de mousse de yogur y frutos del bosque. Era la primera vez que tomábamos café vietnamita, lo sirven con un filtro que deja caer poco a poco el café en la taza. El sabor es bastante fuerte.

CALIDAD | PRECIO
Un entrante, dos ramens, el curry, postre, bebidas, café y té, hicieron un total de 37,95€. Ya nos pudimos hacer una idea del resultado de la cuenta ya que ninguno de los platos de la carta superan los 8€. El precio total está muy bien para la cantidad que comimos. Decir que tienen una muy buena calidad a unos precios realmente asequibles. Lo podríamos categorizar de restaurante low cost, es decir, bueno, bonito y barato!

SERVICIO
Nos atendió una chica amable y correcta. Nos dio la sensación de que era un poquito seria, pero nosotros conseguimos sacarle una sonrisita cuando le dijimos lo bueno que estaba todo. No es ni el típico servicio pesado que está encima tuyo todo el rato, ni tampoco el que se despreocupa de sus clientes. No dan rienda suelta a la conversación, pero te van sirviendo en el momento justo y oportuno. Una experiencia muy grata!

AMBIENTE
Nada más entrar te rodeas de un ambiente desenfadado y tranquilo, con una iluminación tenue pensada para ese fin. Bonitas lámparas de madera colgando del techo para dar esa calidez imprescindible en cualquier local. El rojo invade una de las paredes dándole la bidilla de color que necesita. Nos encantan las mesas colocadas en «modo compartir» y la cocina en el fondo, dejándose ver por los clientes hambrientos que acudimos al olor de la comida. Para nosotros el mejor sitio es, sin duda, la barra. Colocada contra el escaparate junto a una estantería repleta de botellas de cervezas artesanas y refrescos e iluminada por luz natural, que agradecimos a la hora de hacer las fotos.

Este tipo de ambientes nos hace sentir mucho más cómodos y en nuestra salsa!

interior del local

No dudes en subirte al avión!

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